Cita con Mari Tere

Hola soy Vicente. Os cuento. Hoy por la noche echan partido de fútbol, pero no lo voy a ver. Es algo que creí que no haría en mi vida, antes el suicidio, pero no lo voy a ver. Esta noche, aprovechando que Goya se ha ido a casa de su hermana, he quedado con Mari Tere en casa. He pedido comida para llevar, y me voy declarar. Le voy a decir que no dejo de pensar en ella desde la primera vez que la ví. Estoy muy enamorado de ella, el otro día estaba viendo la fórmula 1 y sólo pensaba en ella. ¡Ya está aquí!... Hola Mari Tere... ¿Está rica la cena?... Verás Mari Tere estoy enamorado de tí... ¡Un beso!... Nos vemos. Adiós.

Goya descubre el secreto de Javi

Hola soy Goya. Os cuento. Parece ser que mi plan de mudarme al mismo edificio de mi hijo para intentar que la gremly le deje, está surtiendo efecto. Ella está cada día más estresada con mi presencia, y eso me gusta, así no vive tranquila. La otra cosa, y la más fuerte, ha pasado esta mañana. Subía a casa de Javi a dejarle la ropa planchada: no había nadie en casa. Como tengo la llave entré, subí al piso de arriba y guardé la ropa en el armario. En ese momento entró Javi al piso hablando por teléfono y se quedó en el salón. Le estaba contando a un amigo que en su despedida de soltero se lió con una de las bailarinas. Creo que esta información, bien usada, podría hacer que Lola deje a Javi. Nos vemos. Adiós.

Vicente se enamora

Hola soy Vicente. Os cuento. Hoy es uno de los días más felices de mi vida. Una parte es porque he podido ver la victoria de Alonso en la Fórmula 1 tranquilo, y la otra es porque me he enamorado. He encontrado a la mujer de mi vida... No me refiero a Goya, eso es un caso aparte. Iba a comenzar la carrera cuando han llamado al timbre. Me he levantado furioso, porque no me gusta levantarme del sillón, he abierto la puerta y... allí estaba, preciosa, con esa coleta... Mari Tere, la vecina del Bajo A. Es preciosa, me he enamorado. Cuando Goya ha venido creía que estaba tan feliz por ella, pero para nada. Espero que ella sienta lo mismo por mí. Mañana os cuento. Adiós.

El límite de Lola

Hola soy Lola. Os cuento. ¡No puedo más! Sólamente hace una semana que Goya y Vicente, los padres de Javi, se mudaron al 2ºB de Mirador de Montepinar, el edificio donde vivo con Javi, y ya estoy estresada perdida. Los dos primeros días, Goya, llamaba al timbre unas siete y ocho veces al día para pedir tonterías. Ya a partir del tercer día ya tenía llave propia y entraba más veces. Tiene que asumir de una vez que ya me ha casado con Javi, ya no tiene nada que romper. Estoy harta de ella, y encima Javi le da siempre la razón. Menos mal que el padre, Vicente, no ha salido así, es más tranquilo. Yo no sé cuánto tiempo voy a poder aguantar esto. Nos vemos. Adiós.